Este año se espera que sea uno de los mejores años para la industria del videojuego. Grandes títulos como Red Dead Redemption 2, Anthem o God of War se mezclan con otros con menos presupuesto The Wolf Among Us 2 o Red Strings Club.
La cantidad de juegos triple A esperados para este año es tremenda y obviamente todas las compañías quieren tener su beneficio. La calidad de los juegos es impresionante y la competición por nuestros euros es brutal. Pero, ¿Valen la pena todos estos juegos?.
A priori y sobre el papel todos parecen grandes juegos, pero debido a las grandes decepciones de los últimos años en juegos como The Division o Destiny 2 nos hace ser cautos con todo lo que está por venir.
Nos hemos vuelto más exigentes
A mi entender ahora queremos que los juegos sean rejugables y por mucho tiempo. Queremos que si nos hemos gastado unos 70€ en la salida de un juego nos dure como mínimo un par de meses, hasta que se nos quite ese subidón de endorfinas que nos produce la excitación de jugar a un juego nuevo, pero hay tanto donde elegir que cuesta decidirse.
Hace unos 10 años la situación era diferente, o por lo menos aquí en España, la Playstation 2 daba sus últimos coletazos de vida, Ps3 acababa de salir prácticamente junto con la Xbox 360, y la Wii era un éxito de ventas. Te comprabas un juego y lo quemabas, y seguías jugando a otro juego con tu consola «modificada» (ya me entendéis), pero como a nosotros no nos costaba dinero, como no nos rascábamos el bolsillo, probábamos todo prácticamente y solo comprábamos lo que considerábamos «bueno», comprábamos solo la calidad y juegos que nos asegurasen horas y horas de entretenimiento. No en vano en la lista de juegos más vendidos en 2007 tenemos títulos como GTA San Andreas, Fifa 08, COD Modern Warfare o el Monster Hunter.
Ahora con el 2017 acabado y con esa cantidad de Triple A que se van a dejar ver en 2018, el dinero es temeroso, y si vamos a dejar que salga de nuestros bolsillos queremos algo que nos haga disfrutar realmente la experiencia. La calidad de los juegos es la misma que hace diez años, salvando las distancias del tiempo y de la tecnología, lo que creo que ha cambiado son los gustos de la gente, y que los mismos que antes compraban o «probaban» todo lo que salía, no quieren ver su dinero tirado a la basura o aparcado en una estantería después de usar un juego durante una tarde de juego.
Y una de las cosas que no ayudan son los añadidos de DLC de pago que dan la sensación de que te has comprado un juego incompleto, un juego al que le falta la salsa de la vida, su razón de ser. Hay juegos que usan los DLC gratuitos para alargar el tiempo de vida de sus juegos consguiendo que la base de jugadores sea estable y se sigan vendiendo su juego a nuevos jugadores, pero permitiendo hacer compras con dinero de verdad dentro del juego para aumentar la rentabilidad de los mismos.
Vamos a lo que vamos
Lo malo de todo lo dicho antes es que al final no le damos la oportunidad a juegos que si que nos podrían gustar y vamos a lo seguro. Compramos lo de siempre. Compramos Fifa, CoD o GTA y nos da miedo probar cosas nuevas. A pesar de pedir innovación, mecánicas nuevas y nuevas IP’s somos animales de costumbres y jugamos las mismas mecánicas de siempre y desechamos todo lo que no se parece a algo que hemos jugado antes.
¿Cómo se puede solucionar esto?
Tal y como yo lo veo lo mejor que se puede hacer es algo que Steam de Valve ya está llevando a la práctica y es que se puedan devolver los juegos digitales, quitarlos de tu biblioteca si no te gustan. Que tiene ciertos requisitos, sí. Que tienes que rellenar un formulario, también. Pero si no te gusta un juego que te acabas de comprar te devuelven el dinero que has gastado en fondos de la plataforma para que más adelante puedas comprar otro juego con el dinero que te costó el que has devuelto.
Con ese simple gesto, con esa manera de actuar, la gente estaría dispuesta a gastar más de lo que gasta, y yendo hacia un sistema totalmente digital y a golpe de descarga hacía el que vamos (¡Lo siento Vicen!) sería lo mejor y más justo el poder devolver las compras que no satisfagan ese chute de endorfinas que necesitamos.
Espero que dentro de poco todas las demás compañías que venden en formato digital se apliquen el cuento y disfrutemos solo de los juegos que nos gustan y paguemos solo por lo que nos gusta, sin que se nos quede esa cara de tonto cuando jugamos a algo que no nos gusta solo porque nos hemos gastado 20, 30 o 70 euros en ese juego.
P.D.: Sí que estaba pensando en el Elite Dangerous